El proceso de calibración y ajuste de balanza digital debe ser ejecutado por un profesional con experiencia en sistemas de pesaje. Se trata de un procedimiento que se hace periódicamente como parte de su mantenimiento básico. De esta manera nos aseguramos de que las balanzas digitales tienen un correcto funcionamiento, así como una prolongada vida útil.
Asimismo, son varios los tipos de balanzas digitales que deben calibrarse y ajustarse. Entre ellos están las balanzas comerciales, balanzas grameras, balanzas de laboratorio, balanzas analíticas, balanzas de precisión y otras más.
La calibración puede resultar ser un proceso complicado para las personas que no tienen experiencia previa. Además, es importante saber elegir cuáles la calibración y los ajustes más apropiados según el tipo de balanza a intervenir. Es por ello que a continuación se tratará de explicar cuáles son los aspectos básicos a tener en cuenta.
¿Por qué es importante calibrar y ajustar el sistema de calibrado de una balanza digital?
Las calibraciones y los ajustes se hacen en una amplia variedad de frecuencias y también depende de distintos factores. Lo primero que hay que tener en cuenta es que el equipo es intervenido con frecuencia, y si previamente ha tenido algún tipo de reparación. Estos son claros signos de sí el sistema de calibrado se encuentra en buen estado y sí está experimentando algún tipo de deterioro.
Esta información previa debe recabarse para elegir el plan de mantenimiento personalizado para el equipo. Lo importante es garantizar resultados de pesaje correctos y precisos según el tipo de balanza. Debemos recordar que la precisión de una balanza puede ir disminuyendo con el paso del tiempo.
Aspectos como el continuo uso y un mantenimiento deficiente pueden comprometer su buen funcionamiento. También la falta de una limpieza profunda puede derivar en la acumulación de polvo y suciedad, lo que deriva en que las piezas del sistema se encuentren en un mal estado de conservación.
Además, cuando una calibración y ajuste para una balanza digital se hace correctamente, se puede emitir el certificado correspondiente que lo avala. Es importante acotar que estos instrumentos deben contar con el aval de las autoridades para que se usen oficialmente. Dicho procedimiento se hace regularmente para garantizar que estas balanzas cumplen con todos los requisitos legales y con el sistema de metrología vigente.
¿Cómo es el proceso de calibración y ajuste de una balanza digital?
Considerando que todas las balanzas digitales poseen capacidades diferentes, es por ello que requieren pesos de calibración específicos para sus sistemas. En Perú se utilizan pesos de calibración que son aprobados por el Instituto Nacional de Calidad INACAL. Por lo tanto, empresas que ofrecen este tipo de servicio como Balanzas Precisur, utilizan estos equipos según lo indica la ley vigente.
Las pesas se clasifican según su tolerancia o nivel de precisión. Por ejemplo, tenemos pesos que están dentro de las siguientes clasificaciones: M1, M2,F1,F2,E2 y otras más. Pero también hay balanzas que tienen una calibración interna y por ello no requieren de estas pesas externas, salvo algunas excepciones.
Para iniciar con el proceso de calibración primero se coloca una pesa patrón estándar o certificada, misma que debe ser compatible con la balanza. El siguiente paso consiste en usar esa lectura de peso y registrarla, de esta manera se verifica si ambas lecturas coinciden con los estándares aplicados. En caso de que las lecturas de peso no coincidan, significa que se debe ajustar el sistema.
Otro procedimiento consiste en elegir un rango de calibración, donde se estima un peso máximo. Una vez que se define este rango de calibración se procede a realizar varios procesos de análisis desde cero, hasta llegar al intervalo final para garantizar una máxima precisión.
¿Cuál es la frecuencia en que se debe realizar las calibraciones y ajustes de las balanzas digitales?
Este es un procedimiento que se hace periódicamente. Significa que se ejecuta en intervalos de tiempo que deben respetarse para asegurar un buen mantenimiento y control del sistema. Generalmente, se debe hacer una vez al año o cada seis meses, como referencia inicial, pero no es la única.
Dependiendo del equipo también hay que tomar en cuenta otros aspectos. Lo principal a tener en cuenta es la frecuencia con la que se usa el equipo y el entorno en donde se utiliza. Igualmente, el fabricante del equipo hace recomendaciones referentes a este proceso de mantenimiento y aconseja cuando debe ejecutarse.